Elena

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martes, 18 de noviembre de 2014

¿Y tu quieres sanar o sólo sentirte bien?

En alguna ocasión hemos tenido algún amigo (a) o uno (a) mismo (a), quien frente a un problema , busca desahogarse, con quien mejor cree conveniente. A veces, el hecho de hablar y reconocer las cosas como son, ayuda a liberar y entender los bloqueos que tenemos, pero ¿qué pasa cuando la intención únicamente se trata de machacar el tema una y otra vez, sin intención real de sanar o solucionar las cosas? ¿Algo así como la queja por el placer de quejarse?

Porque, ¿saben? Hay personas que viviendo en el drama encuentran una especie de confort; es muy sencillo sacar todas las emociones tóxicas que traen consigo y sin intención de liberarlas, mas bien compartirlas, pero ¿qué ganan con eso? Simplemente sentirse mejor en vez de sanar. Es como si alguien padeciera pulmonía y sólo se tomara una aspirina, misma que sólo le dará bienestar temporal, pero la enfermedad sigue ahí. Esto no se trata de juzgar, de algún modo, la mayoría hemos pasado por esa etapa, ¿pero qué es lo que marca la diferencia entre sentirse bien y sanar? El deseo de verdaderamente enfrentar las cosas como son, quitarse el papel de víctima y tomar las riendas de su vida, a veces si hay que hacer grandes cambios físicos, otras sólo con el interno basta, mas un cambio de actitud es fundamental, sobre todo vencer el miedo de salir de la zona de confort.

Cuando la persona sólo busca sentirse mejor, a veces puede haber una conciencia que algo anda mal, mas no se quiere quitar el problema en realidad, sino sobre llevarlo hasta que "desaparezca" como por arte de magia o hasta acostumbrarse a esa condición, lo que pase primero, sin embargo cuando seguimos este camino, podemos caer en las redes de la tristeza, amargura, enojo, miedo y demás emociones negativas que provoca que nuestra vibración baje cada vez más, y cuando este estado es constante, es común que las personas se enfermen y/o se conviertan en los que algunos llaman "vampiros energéticos", quienes buscan paleativos que les ayuden a tener esa energía que les falta; cuando las personas tienden a ser altamente empáticas, es común que sean clientes frecuentes de ellos (as); es importante entender que no todos lo hacen premeditadamente y hay quienes si; la cuestión es que hacen responsable de su desgracia a condiciones ajenas: la pareja, familia, amigos, trabajo, política, economía mundial, etc.

Esto no quiere decir que si le cuentas tus problemas a tus amigos, te conviertas en vampiro energético o que no tengas intenciones de sanar, pero si notas que tus conversaciones giran entorno a quejarte del mundo, de lo que los otros hacen para maltratarte, de lo mal que te sientes por actitudes ajenas, entonces estás regalando tu poder y si esto ya es un hábito para ti, entonces es probable que estés en camino a ese tipo de vida.

Cuando se busca una verdadera sanación, entonces la cosa cambia, un camino de auto descubrimiento se abre ante la persona, las herramientas que puede utilizar pueden ser muchas: médicas, psicológicas, alternativas, religiosas, etc. Lo que sea que funcione y que sea auténtico para esa persona, lo recomendable es acudir a personas profesionales y confiables; esto no es una receta de cocina, pues lo que sirve para unos no quiere decir que sea eficaz para todos ni el tiempo de respuesta puede controlarse. La diferencia con el otro panorama anteriormente explicado, es que se reconoce que hay un problema, se deja de repartir la culpa en elementos externos y recupera la conciencia del poder interior al tomar las riendas de su vida y la responsabilidad de las decisiones propias, así como aceptar la realidad y soltar lo que ya no funciona. Es como abrir los ojos a una realidad quizás en un principio algo compleja, pero después se llena de luz. Lo que si es que el proceso de sanación es constante, pues el aprendizaje también lo es, no es algo que se realice una vez y ya se perfecto (a) por siempre, al contrario, siempre hay algo que limpiar, que sanar, que perdonar, pero eso es lo que provoca que uno evolucione y ame esta experiencia que llamamos vida. 


¿Y tu en qué etapa te encuentras?

Sat Nam


Fuente imagen: http://ramontorres.net/




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