Elena

Elena

lunes, 14 de abril de 2014

Del miedo al enojo y del enojo al amor...

Es increíble como el miedo puede dominar, hasta un nivel inconsciente, donde nuestras reacciones primarias se conviertan en expresiones del mismo

En sí, este sentimiento no tiene que ser malo, si aprendemos a reconocerlo e identificarlo, sin engancharnos a él, puede avisarnos de un reto por venir o una situación que debemos manejar con gran atención. Mas cuando nos apegamos a él, entonces la cosa cambia y nos atamos energética, física y emocionalmente a las cosas

El miedo puede mostrarse con diferentes rostros como enojo, tristeza, ira, nos paraliza o nos hace huir de alguna situación o persona, a veces vivir con el miedo constante a algo que puede pasar nos hace generar una necesidad de protegernos constantemente.

Hay que saber diferenciar cuando el miedo es real a cuando el miedo es producto de nuestra imaginación, de toda la serie de historias que creamos al rededor de alguna situación o persona. 

Cuando buscamos tener todo bajo control, es porque queremos saber el resultado o final de las cosas, mas cuando algo sucede que lo cambia, podemos actuar de cualquiera de las formas antes mencionadas y esto provoca que no vivamos en el presente.

Sin embargo la mejor forma de tomar el control de nuestra vida, requiere de un gran paso, reconocer y afrontar el miedo... ¿Qué es lo que en realidad me está generando reaccionar de ese modo? ¿Qué hay detrás de esa agresividad o tristeza absoluta? ¿Qué es lo que no estoy sacando? Mientras más puedas darte oportunidad de experimentarlo, mayor es la posibilidad de sanarlo, en ocasiones, cuando el problema es muy complejo, o sientes que te sobrepasa, es importante considerar la asesoría de un experto ya sea un psicólogo, un terapeuta, un doctor, quien tu creas que puede ayudarte mejor.

Cuando permitimos que el miedo tome un lugar en el día a día de nuestra vida, entonces opacamos más nuestra luz, condicionamos más el amor y la felicidad; tampoco la clave está en ignorarlo, al contrario, solamente permitirte verle tal y como es, sin etiquetas, sin tapujos, ni historias personales. No etiquetes a tu miedo como tonterías, o algo absurdo, si lo sientes, entonces vale la pena prestarle atención y también vale la pena dejarlo ir, ese sentimiento está trayendo a ti un mensaje mas no un veredicto, uno elige qué quiere hacer con esa información.

Entonces para transmutar el miedo en amor, es importante sentirlo, reconocerlo, abrazarlo, aceptarlo, darle las gracias y dejarlo ir. Somos humanos y nuestra belleza se basa precisamente en que somos imperfectos, ya que estamos limitados en un espacio y tiempo; cada pequeño detalle de vulnerabilidad, es lo que nos conecta a unos con otros y nos fortalece generando unidad.

Recuerda que todos estamos conectados, aún en las sombras, mientra más pronto trabajes con la tuya, ayudas a los demás a despertar.

Sat Nam



(Fuente:soyperiodista.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario