Elena

Elena

viernes, 21 de febrero de 2014

Vivir el "presente"...

Y así pasa la vida, para algunos a tiempo, para algunos con prisa
Es increíble como la paciencia se está convirtiendo en el recurso más escaso a nuestro alrededor
La tecnología nos enseña que se puede tener acceso a la información de forma inmediata, sin embargo este principio no sólo se ajusta a nuestro día a día sino también en nuestras relaciones.
Momentos, encuentros, entregas y pasiones al por mayor.
Una sociedad enajenada en la que la mayoría de sus habitantes a partir de cierta generación rehúyen al compromiso, sin embargo tienen prisa por encontrar el “amor” y a veces ni eso, sólo placer.
Bajo un contrato de vivir el presente, mas en letras pequeñas está la leyenda: “De forma urgente”.
Al cortar los lazos del pasado y la incertidumbre del futuro no tienes que obligarte en vivir un presente en prisa constante, creo que muchos hemos mal interpretado las cosas, esa oportunidad de permitirnos disfrutar cada momento, degustar los sabores, apreciar la vida, simplemente para muchos no va.
Todo se vuelve en una cuestión de objetivos a ultra corto plazo por resolver, accesando a grandes cantidades de placer con el menor esfuerzo posible, y quien vaya contra esto, está mal.
Una cosa es ser paciente y otra pasivo, tener el control de tu vida es en definitiva una gran decisión, darte cuenta del tiempo que “desperdiciaste” provoca una urgencia por cubrir todo lo que habías dejado a un lado, pero ¿por qué no tomarlo al ritmo adecuado, simplemente dejando las cosas ser?
Pareciera que hoy las relaciones humanas van al revés, primero encuentros sexuales apasionados y a ver si nos conocemos y nos caemos bien, inclusive algunas decisiones precipitadas para hacer compromisos, como si todo fuera urgente, a lo que yo pregunto ¿cuál es la prisa? Algunos seguro responderían “El reloj biológico” otros “tengo planes que resolver”, la verdad es que los sueños siempre pueden manifestarse pero todo tiene su momento Divino y perfecto, vivir acatarrados en quererse comer el mundo en el máximo placer, también es muy cansado, al no querer generar bases profundas en tus relaciones sólo se convierte en un espejo de tu interior, miedo a relacionarte contigo mism@, miedo al dolor, a ser, a dar, a recibir, a amar, miedo al miedo…
¿Por qué no simplemente existir? Aceptar que todo tiene un orden y tú eres parte de él, que todos y cada uno de los que vivimos en este planeta tenemos tanto derecho a la vida y a ser felices. Esto no es una invitación a la pasividad o a dejar de trabajar por tus sueños, para nada, más bien, disfrutar cada paso, cada respiro, valorar cada instante y lo que conlleva, dejar el sentido de la urgencia a un lado y permitir ser, crecer, estar, ser parte de una sociedad, eso es a lo que te invito con mis palabras.

Yo tengo mi lugar, fluyo en el universo, recibo, bendigo y agradezco, pues todo tiene su tiempo Divino y Perfecto.

Sat Nam



(Fuente:turismocompeticionperu.wordpress.com)

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