Y así pasa
la vida, para algunos a tiempo, para algunos con prisa
Es increíble
como la paciencia se está convirtiendo en el recurso más escaso a nuestro
alrededor
La tecnología
nos enseña que se puede tener acceso a la información de forma inmediata, sin
embargo este principio no sólo se ajusta a nuestro día a día sino también en
nuestras relaciones.
Momentos,
encuentros, entregas y pasiones al por mayor.
Una
sociedad enajenada en la que la mayoría de sus habitantes a partir de cierta
generación rehúyen al compromiso, sin embargo tienen prisa por encontrar el “amor”
y a veces ni eso, sólo placer.
Bajo un
contrato de vivir el presente, mas en letras pequeñas está la leyenda: “De forma
urgente”.
Al cortar
los lazos del pasado y la incertidumbre del futuro no tienes que obligarte en
vivir un presente en prisa constante, creo que muchos hemos mal interpretado
las cosas, esa oportunidad de permitirnos disfrutar cada momento, degustar los
sabores, apreciar la vida, simplemente para muchos no va.
Todo se
vuelve en una cuestión de objetivos a ultra corto plazo por resolver, accesando
a grandes cantidades de placer con el menor esfuerzo posible, y quien vaya
contra esto, está mal.
Una cosa es
ser paciente y otra pasivo, tener el control de tu vida es en definitiva una
gran decisión, darte cuenta del tiempo que “desperdiciaste” provoca una
urgencia por cubrir todo lo que habías dejado a un lado, pero ¿por qué no
tomarlo al ritmo adecuado, simplemente dejando las cosas ser?
Pareciera
que hoy las relaciones humanas van al revés, primero encuentros sexuales
apasionados y a ver si nos conocemos y nos caemos bien, inclusive algunas decisiones
precipitadas para hacer compromisos, como si todo fuera urgente, a lo que yo
pregunto ¿cuál es la prisa? Algunos seguro responderían “El reloj biológico”
otros “tengo planes que resolver”, la verdad es que los sueños siempre pueden
manifestarse pero todo tiene su momento Divino y perfecto, vivir acatarrados en
quererse comer el mundo en el máximo placer, también es muy cansado, al no querer
generar bases profundas en tus relaciones sólo se convierte en un espejo de tu
interior, miedo a relacionarte contigo mism@, miedo al dolor, a ser, a dar, a
recibir, a amar, miedo al miedo…
¿Por qué no
simplemente existir? Aceptar que todo tiene un orden y tú eres parte de él, que
todos y cada uno de los que vivimos en este planeta tenemos tanto derecho a la
vida y a ser felices. Esto no es una invitación a la pasividad o a dejar de
trabajar por tus sueños, para nada, más bien, disfrutar cada paso, cada
respiro, valorar cada instante y lo que conlleva, dejar el sentido de la
urgencia a un lado y permitir ser, crecer, estar, ser parte de una sociedad, eso es a lo que te invito con
mis palabras.
Yo tengo mi
lugar, fluyo en el universo, recibo, bendigo y agradezco, pues todo tiene su tiempo
Divino y Perfecto.
Sat Nam
(Fuente:turismocompeticionperu.wordpress.com)
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