Elena

Elena

viernes, 12 de abril de 2013

¿A ti qué te gustaba hacer cuando eras niño?

Al regresar del trabajo, normalmente practico un poco de ejercicio, medito, hago yoga o un poco de todo, según mi disponibilidad de tiempo; así que seguí mi instinto y me puse a caminar un poco en el patio; me coloqué los audífonos, puse mi estación de radio por internet favorita y comencé a dar unos cuantos pasos, después de un par de minutos, noté que mi cuerpo se movía al ritmo de la música, pero no era como otros días, sino que sentía muchos deseos de bailar, así que decidí seguir la misma ruta, pero en lugar de caminar, bailar, así  estuve un buen rato; esa sensación de sacar las emociones que hay en tu interior, conectarte con la vibración de la música y expresarla a través de tu cuerpo sin racionalizar, ni juzgar, simplemente fluir, es mágica.

Recordé cuando era niña, uno de mis momentos felices era cuando "iba a bailar", lo que hacía era simplemente que me iba a la sala de la casa, ponía mi disco favorito y bailaba mientras durara, desde la primera hasta la último canción, sin importarme el tiempo, mis pasos o quién estuviera cerca; era como mi momento de fuga y de conectarme conmigo misma, justo así me sentí ayer, me di cuenta que hacía mucho que no conectaba de esa forma con mi niña interior de una forma tan natural y espontánea, honestamente fue una experiencia muy bonita.

Para algunos, el "niño o niña interior" puede sonar como un problema, quizás porque en realidad no han querido soltarlo y aún siendo adultos enfrentan la vida desde una óptica infantil o inmadura lo cual causa dolor para si mismos (as) y para los que los rodean, o quizás tuvieron una niñez dolorosa y llamar a tu niño(a) interior podría resultar una experiencia no muy grata.  De manera personal me parece que como todo en la vida, debe haber un equilibrio, ni ser tan inmaduros ni tampoco tan estrictos, los niños nos brindan esa frescura y la sabiduría que trae la ingenuidad y la inociencia, esa opción de estar abiertos sin recibir sin cuestionar ni juzgar, sólo fluir.

Así que ¿por qué no te llenas de valor y tratas de conectar con tu niño (a) interior por un rato?, quizás te des cuenta que necesitas divertirte de una forma diferente a lo que estas acostumbrado (a) o tal vez solo necesites darte amor a ti mismo (a), hacer las paces con esa parte de ti, te ayuda a ser un mejor adulto.

Sat Nam!


(Fuente imagen: elcomercio.pe)


No hay comentarios:

Publicar un comentario