Elena

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sábado, 4 de mayo de 2013

Bendiciones disfrazadas...

¿Cuántas veces nos quejamos cuando algo no sale como esperamos? ¿Cuántos reproches somos capaces de crear cuando no obtenemos queremos en tiempo y forma?

Hay veces que lo mejor que nos puede pasar es que ese deseo no se cumpla, o no se den las cosas exactametne como lo planeamos. ¿Por qué? Son oportunidades para mejorar, ser creativos, salir de la rutina, inclusive oportunidades para encontrar nuestro propósito de vida.

Ocasiones que anehlamos un cambio y cuando pasa alguna experiencia fuerte o retadora, el miedo puede hacerse presente con pensamientos como: ¿Pero cómo cubriré mis necesidades? ¿Seré capaz? ¿Y si no lo hago bien?.. Mil preguntas y argumentos que nos hacen dudar de nosotros. Si dejamos que estos mensajes tengan más peso en nuestras vidas, no lograremos concretar nada.

El ego es traicionero, puede disfrazarse de "Yo soy poderosísimo (a) y nadie puede ser mejor que yo" o puede irse al polo opuesto con mensajes como "No valgo, no merezco, me repruebo"... Una voz interna tan convincente como un buen abogado y tan ruidosa como una sirena de ambulancia.

¿Pero qué pasa si en lugar de esperar siempre lo peor, vivir auto atacándonos, desvalorando lo bueno que nos pasa, cambiamos la actitud y elevamos la frecuencia?

Cuando hablo de frecuencias, me refiero a  lo siguiente:
Emociones y pensamientos como el enojo, la angustia, el miedo, bajan nuestra vibración, atraes a ti, más situaciones, cosas y personas que están en esta misma frecuencia y se vuelve un círculo vicioso.

Emociones y pensamientos tales como la alegría, el amor, ternura, paz, bendiciones, elevan nuestra frecuencia y poco a poco, mientras más los tengamos atraemos situaciones, personas o cosas positivas a nuestras vidas. Es por esto que insisto tanto en que escuches al corazón, su voz es tan sutil como un susurro y tan llena de amor que no puedes dudar de su veracidad.

He ahí la importancia de controlar nuestros pensamientos ya que eso es lo mismo que en algún momento se presentará en nuestras vidas; vivimos en una sociedad negativa, fatalista, que vive en miedo a mil cosas, hemos aprendindo consciente y/o inconscientemente a esperar siempre lo peor, la calamidad. Así que yo te pregunto:

¿Si eres tan bueno (a) preparándote para el fracaso, por que no te preparas con la misma intensidad  para el éxito?

Viéndolo objetivamente, gastamos grandes cantidades de energía cuando estamos enojados, tristes o en esa frecuencia... ¿Por qué no simplemente damos un pequeño paso para cambiar la vibración?

La clave está en una palabra y más bien en su significado: GRACIAS

La próxima vez que sientas que todo va muy mal, ¿por que no simplemente de corazón agradeces el momento? Bendice y agradece la experiencia y también lo que anhelas, cambia tu pensamiento, trata de elevar tu vibración.

Te invito a que lo intentes con toda sinceridad y honestidad a ti mismo (a), sin juzgarte ni reprocharte, siendo totalmente sincero(a) por el resultado que anhelas.

Debes estar consciente de estar viviendo el momento presente, enfrentando tu realidad, cuidando tus pensamientos, de lo contrario podrías perder de vista señales valiosas que te pueden ayudar.

Sat Nam!

(Fuente: necesitodetodos.org)


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