Elena

Elena

martes, 25 de diciembre de 2012

¿Y cómo fluir?

Quizás hemos escuchado o leído esa palabra varias veces en nuestra vida, pero la verdad es que no siempre sabemos cómo lograrlo... Nos dicen: tu fluye con las cosas y verás que se componen, pero ¿qué es eso?
 
A veces nos cuesta trabajo hasta dejarnos ser nosotros mismos, estamos acostumbrados a vivir acelerados, "controlando" o al menos sabiendo qué esperar de las cosas o personas, ¿pero qué pasa cuándo algo sucede que no teníamos contemplado?¿Cuál es tu primera reacción?.. Hay quienes se enojan con todos, otros se sienten tristísimos y adoptan el papel de víctima, quizás algunos no quieran aceptar las cosas...
 
¿Alguna vez has reflexionado sobre las emociones que tienes día con día? ¿Qué pasa en tu interior?..
 
Si hacemos un pequeño análisis, desde pequeños, a algunos se nos educa a ocultar nuestros sentimientos, quizás frases como estas te resulten familiares: 
  • Las niñas bonitas, no se enojan
  • Los hombres no lloran
  • No te quiero ver llorar
 
En fin, la lista puede ser interminable, mas si lo analizamos, se nos pide desde niños que ocultemos nuestros sentimientos de tristeza, enojo, dolor ya que nos muestra como "vulnerables" al mundo exterior; así poco a poco aprendemos a mentir sobre lo que pasa dentro de nosotros,  es por esto que de adultos se repite la historia de hombres que no entienden a las mujeres, mujeres que no entienden a los hombres; hombres y mujeres que no se entienden a sí mismos...

¿Y si por unos días dejamos de seguir estos viejos patrones y simplemente aceptamos las emociones como vengan? Tristeza, alegría, enojo, miedo, ilusión, pena, curiosidad, vergüenza, etc. Simplemente deja que las emociones vengan a ti, acéptalas, observalas y déjalas ir, no te aferres a ninguna, permítete experimentarlas y reconocerlas como son, así poco a poco encontrarás coherencia en ti mismo (a) y tus emociones, recuperarás el control de tu ser frente a los factores externos y los efectos que tienen en ti.

Al aceptar tus sentimientos, te permites poco a poco analizar qué es lo que los provoca, a veces son producto de un aprendizaje desde la niñez de un suceso determinado, a veces sólo es como defensa a sentirse débil frente a los demás, el estar consciente de lo que pasa te permite estar conectado al presente y receptivo (a) a lo que pasa a tu alrededor, permiténdonos detectar las oportunidades y aprovechar nuestra energía creativa.

Es así que te invito a que la próxima que alguien te pregunta ¿Cómo estás?, tu respuesta sea diferente a sólamente un "bien" ;)

Sat Nam!


No hay comentarios:

Publicar un comentario